Tren de vida

Tren de vida

La película “Tren de vida” es una comedia trágica del año 1998. Es una producción israeli-belga-francera-nerlandesa-rumana. El escenario comienza en un pueblo judío. Es el año 1941 y la gente del pueblo se entera que muchos judíos son deportados en campos de concentración y que muy pronto les tocará a ellos. Entonces el besugo del pueblo que se llama Schlomo propone una idea genial y peligrosa a la vez: Todo el pueblo va a construir un falso tren de deportación para salvarse e ir a Israel. Entonces comienzan las preparaciones, tienen que adquirir un tren, algunos hombres tienen que aprender alemán y actuar como nazis etc. El pueblo queda deshabitado y todo el mundo sube al tren. Hay varias complicaciones durante el viaje pero al final Schlomo cuenta como han logrado llegar a Israel y aún America (por algunos). Pero la ultima, ultima escena de la película depara una sorpresa – Schlomo dice unas palabras significantes y para descubrir como se termina realmente la película deberíais que ver “Tren de vida”...

Esa película me ha marcada mucho. El realizador ha creado una visión muy diferente de un tema tan sensible como la erradicación de los judíos en la Segunda Guerra Mundial, especialmente porque la película captura el ambiente del miedo y al mismo tiempo hay muchos elementos cómicos que contribuyen a la excelencia de la película. Los actores interpretan bastante bien sus papeles y sobre todo la figura de “Schlomo” es graciosa y amable. Aparte de él hay también muchas otras personas con carácter interesante- personas que son muy diferentes y que son representadas con todas sus peculiaridades y ideologías distintas.

Otro aspecto muy cautivador en “Tren de vida” es el hecho que toman en cuenta los distintos conflictos que emergen entre la gente judía, por ejemplo entre los falsos nazis y los reales judíos que todos tienen obligación à actuar de cierta manera para mantener la fachada.

Pero lo que me ha entusiasmada lo más es el final, en cierto modo es un final abierto y bastante sorprendente. Es una película excepcional que sale del ordinario y merece la pena verla. Tiene la capacidad de hacer reír y llorar al mismo tiempo.